Restitución:
Devolución de una cosa a quien la tenía antes.
Redención:
La redención es el resultado de redimir. Un redentor es una persona que redime.
Se entiende por redimir (del latín redímere, del prefijo re-, de nuevo, y émere,
comprar):
§ Liberar a alguien del dolor o de una mala situación.
§ Volver a adquirir algo que se había perdido.
§ Conseguir mediante pago la libertad del esclavo o el cautivo.
§ Comprar de nuevo una cosa que se había vendido o empeñado.
§ Hacer actos malos o perjudiciales para tí u otra persona, aceptarlo de
frente y cambiar realmente, ayudando a subsanar el daño, hasta que esa persona
y tu os sintais en paz.
Era
un domingo en la mañana cuando el pastor predico acerca de la restitución al
pueblo de Dios, fue un tema que encontró en:
JOEL 2:25 – 27
25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el
revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.
26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová
vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi
pueblo avergonzado. 27 Y
conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy Jehová vuestro Dios, y
no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.
En ese instante estaba orando y Dios me abrió el entendimiento a
través de su Santo Espíritu acerca del misterio de la Redención y fue así:
Yo actualmente estoy laborando en el Ciber café de mi Mama y un
día, en eso de las 8:00 a.m. entro al establecimiento a solicitar el servicio
de Internet una niña de edad de 16 años y mi mama la atendió y le dispuso un
computador para que navegara; al rato mi mama se fue a trabajar en la venta de
calzado de dama que ella tiene y yo me quede a laborar en el ciber, de repente
la niña me pidió un mecato y una gaseosa, en fin a las 6:00 p.m. la niña no
había terminado de navegar por internet y la cuenta ascendía a quince mil pesos
y mi mama al verla me pregunto: ¿Y la niña aun no ha salido? A lo que le
respondí: allí ha estado todo el día, y me ha pedido quince mil pesos entre
comida e internet, mi mama se le acerco y le dijo:
(Mi Mama) Doña Cecilia: mijita ya está muy tarde y ya vamos a
cerrar hágame el favor y me cancela los quince mil pesos que ha consumido.
Niña: Lo que pasa es que no tengo dinero con que pagar la cuenta.
Doña Cecilia: (ella lo dijo enojada) Entonces tendré que llamar a
la policía.
En ese instante mi mama o sea Doña Cecilia habla con un conocido
de ella que es teniente en la Policía Nacional, y le comenta la situación.
Niña: Señora por favor no llame a la policía que ya viene mi
hermano mayor a traerme el dinero.
Paso una hora y no llego dicho hermano, y los policías ya venían
en camino, para poner en custodia a la amiga de lo ajeno.
En ese instante Dios me puso en el corazón de que consiguiera los
quince mil pesos para ayudarle a pagar la cuenta a aquella niña, entonces un
amigo me prestó el dinero, y se lo di a escondidas de mi mama a la niña, y
llegaron los policías con mi mama para llevar a la niña a la cárcel, y fue en
ese momento que la niña saco del bolsillo de atrás de su pantalón los quince
mil pesos y le dijo a Doña Cecilia: “le voy a dar lo único que tengo, que es del
producido de la venta de chicles”, y acto seguido le entrego los quince mil
pesos a Doña Cecilia, y fue en ese instante que mi mama conmovida la abrazo y se
le salieron unas lagrimas y le dijo: “mijita no vuelva hacer eso” y es en ese
momento que la niña tranquila va saliendo del ciber café y mientras caminaba se
le escaparon unas lagrimas de agradecimiento.
Dios me hizo recordar este acontecimiento, y lo vi desde el punto
de vista de la redención así:
Mi Mama representa a DIOS.
(Airado por lo que le debemos)
Yo me encontraba en la posición de la niña.
Los policías serán los ángeles.
Y la cárcel es el infierno.
Cuando Dios les entrego a nuestros primeros padres la
administración del planeta tierra y el resto de la creación, ellos no lo
supieron administrar bien y le entregaron con su desobediencia a Satanás el
control de toda la creación.
Esa es la deuda que tenemos todos los seres humanos para con Dios,
le debemos a Dios la creación entera, pero cuando Dios vino con rostro de Fuego
consumidor a castigar a esta humanidad por no tener con que pagarle lo que él
nos dio a cuidar y que ahora el nos reclama lo que le pertenece y tenemos que devolverle…
(En la visión que tuve en la Iglesia) entendí que Yo me encontraba
en la posición de aquella niña, quien se encontraba endeudada. Y le dije a Dios
lo mismo que ella le dijo a mi mama: “no tengo con que pagarle la perdida de la
creación”, el se enojo mucho y mando a sus ángeles para que me metieran en el
infierno (eternamente) hasta que cancelara la deuda que tenía con él, pero en
ese instante le dije: no llame a los ángeles, que ya viene mi hermano mayor a
pagar la deuda, paso el tiempo hasta que en el momento oportuno llego Jesús en
semejanza de hombre y me adopto como su hermano menor y me entrego un cheque
celestial por un valor de infinito en riquezas esto me alcanzaría para pagar la
deuda (y me sobraría), fue en ese instante que Jesús me entrego aquel cheque
(el cual es su sangre) ese fue el pago de mi deuda con Dios, y cuando le
entregue el cheque celestial a Dios, el Padre me dijo: “hijito no lo vuelvas
hacer” (fui adoptado como su hijo, porque me llamo hijo) y conmovido me abrazo
y se le escaparon unas lagrimas, en ese instante extendió su mano e hizo a un
lado las cortinas de fuego del infierno y me mostro el cielo con calles de oro
y me encontraba en ese instante alegre caminando por aquellas calles de oro
agradecido en espíritu y en verdad con Jesús porque desde ese momento comprendí
todo lo que Jesucristo hizo por mí, gracias Señor y Dios Jesucristo mi
Salvador.
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