AMOR INCONDICIONAL
Esta es la historia de dos niños que se querían
mucho, se llamaban Juan y Jesús, Jesús era hijo de un rico hacendado, que tenía
una hacienda especial, esto sucedió en el año 2094, cuando existían pocos
lugares así, pues había mucho asfalto por todos lados, Juan era hijo del
mayordomo de la hacienda, un día el mayordomo decidió investigar algo extraño
que encontró en el prado de la finca y resulto ser la escama de una serpiente,
de inmediato llamó a los fumigadores para que buscaran y exterminaran todo
animal de esa clase que pudiese estar dentro de la hacienda y así lo hicieron
pero no encontraron; entonces el mayordomo mando poner una cerca especial
alrededor de la hacienda para evitar que entrasen tales animales, él decidió
salir fuera de la hacienda para rastrear evidencias de la serpiente. Su
sorpresa fue grande cuando halló un nido con miles de ellas, y de repente una
le pico en la mano, tomándola de la cabeza la mató, saliendo presuroso con ella
hasta llegar a la hacienda, donde el hacendado que era medico, con sus
empleados de inmediato le ayudaron, mientras le daban los primeros auxilios, el
médico buscaba el antídoto de la serpiente muerta que había traído el
mayordomo, y lo encontró, pero ya era demasiado tarde, el papa de Juan había
muerto.
Después de esto el hacendado tomo medidas extremas
y puso dos robots incineradores en la salida de la hacienda, para que si
tratasen de entrar esas serpientes que eran las más venenosas que existían en
ese entonces, fuesen incineradas con el fuego que salían de los robots, de allí
en adelante el padre de Jesús, dio la orden de que nadie podía salir de la
hacienda a pie, solo en auto, y los robots habían sido programados con una
clave secreta por él, para que nunca nadie los desactivará, solo con la clave
se haría si fuese necesario; Pero el niño Juan al ver una culebra a cierta
distancia fuera de la finca tomo un palo y salió a golpearla, haciendo caso
omiso de la advertencia, se encontraba a ocho metros de la salida y la
serpiente lo pico dejando a Juan en profunda agonía, al divisar Jesús a su
amigo tendido en el suelo y ver a la serpiente alejarse de su cuerpo, fue
corriendo a tomar el antídoto y la jeringa para salvar a su amigo Juan, pero
existía un problema si cruzaba por la puerta con el antídoto que contenía el
ADN de la serpiente, los robots responderían quemando al portador del antídoto,
pues todo fue tan rápido que no había tiempo para ir a desactivar los robots,
Jesús sabía del peligro que corría al pasar por aquella salida, pero si no lo
hacía Juan moriría, tenía que elegir era él o Juan, y salió corriendo tan
rápido como pudo, pero no lo fue tanto porque los robots apenas lo detectaron
quemaron sus espaldas, Jesús se lanzo al suelo y arrastrándose en medio del
crudo dolor, inyecto a su amigo el antídoto,
el cual lo resucito, y cuando Juan abrió los ojos
vio a Jesús incinerado con la jeringa en sus manos, fue entonces que se dio
cuenta de que él lo había salvado y lloro besando sus quemadas y ensangrentadas
manos, y con desespero clamo: auxilio, el padre de Jesús se dio cuenta de lo
que había acontecido y al llegar al lugar miraba el cuerpo irreconocible de su
hijo, Juan le clamaba con el corazón diciendo: Haga con la tecnología de hoy en
día un cambio de mentes, póngala de él en mi cuerpo y la mía en el suyo, para
que su hijo viva, se lo suplico, yo sé que no será lo mismo pues su cuerpo era
atlético y apuesto y el mío en cambio es debilucho y feo, el padre asintió y el
intercambio de mentes se realizo, y desde ese día en adelante cuando Jesús esta
ante el espejo, mira el cuerpo de Juan y se abraza a si mismo fuertemente como
si sus brazos fuesen una camisa de fuerza, y con lagrimas de agradecimiento,
exclama: ¡Oh, mi Juan!
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